domingo, 6 de noviembre de 2011

El miedo es como la familia, que todo el mundo tiene una. Pero aunque se parezcan, los miedos son tan personales y tan diferentes, como pueden serlo todas las familias del mundo: Hay miedos tan simples como desnudarse ante un extraño. Miedos con los que uno aprende a ir conviviendo. Hay miedos hechos de inseguridades. Miedo a quedarnos atrás. Miedo a no ser lo que soñamos. A no dar la talla. Miedo a que nadie entienda lo que queremos ser. Hay miedos que nos va dejando la conciencia: el miedo a ser culpables de lo que les pasa a los demás. Y también el miedo a lo que no queremos sentir, a lo que no queremos mirar, a lo desconocido. Como el miedo a la muerte, a que alguien a quien queremos desaparezca. Y hoy he escuchado a un tal Punset en la tele, un señor encantador, que decía que la felicidad es la ausencia del miedo….Y entonces, me he dado cuenta de que últimamente, yo ya no tengo miedo.

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