lunes, 23 de abril de 2012

Que la felicidad y la tristeza viajan siempre en el mismo tren.

Sabéis esa sensación de impotencia, de tristeza, la que te oprime el pecho y no te deja respirar, esa sensación que se me ponía cada vez que veía que te iba a perder, esa misma es la que tengo pero hay una diferencia, que ya no estás te perdí, que no era un enfado de dos días ya es mucho más, casi un mes sin hablarnos. Y ahora después de tanto tiempo siendo fuerte, diciendo que soy perfectamente feliz, vuelvo  caer, y vuelvo a echarle tanto de menos que no lo soporto, prefiero cinco mil palizas a ese sentimiento, que no lo sabes definir se te pone el estomago cerrado, ganas de vomitar, de llorar a la vez.  
Cuando quiero llorar y el dolor es tan fuerte que no te salen y las tienes que acompañar con esa canción, con esa canción que ponía cada vez que te escribía algo bonito, algo sincero, algo con amor. Ahora en cambio ni si quiera lo verás, ahora la utilizo para llorar, para hacerme más daño, para recordar con cada silaba cada sonido, cada nota, que la primera vez que la escuche fue por un motivo, un sentimiento una unión contigo.
Quizás sea algo masoca, pero la verdad me gusta. Me gusta recordarte, me gusta llorar por ti, por que me estoy demostrando a mi misma, que te amé de verdad, que jamas he amado tanto alguien.
A veces quiero que los momentos malos, todas esas discusiones todos esos insultos, vuelvan, por que se que si vuelven esos momentos los buenos también y podré disfrutar una vez más de estar rozando el cielo con los dedos, lo feliz que me hacía con solo una palabra.
Solo quiero que estés bien, y que no te hagan el daño que te hice yo. Pido eso, y que por lo menos no te olvides de mi.

No hay comentarios:

Publicar un comentario