miércoles, 4 de abril de 2012

A veces, va bien eso de sentirse mal y llorar un rato. De echarte todo en cara, de despreciarte de manera absurda, de ver todo lo negativo de la vida. Porque sí, hay que ser positivo, pero la vida no es de color rosa, ni siempre sale el arco iris ni el sol calienta cada día... Que cuando vuelas y te queda milímetros para llegar a lo más alto, tienes que caer para darte cuenta que lo importante no es la meta, que la meta no siempre es la felicidad ni lo que esperabas.Jamás juegues con fuego, te vas a quemar. Las alas, te las desgasta el viento con el paso del tiempo. Los besos, pierden su encanto a medida que sus dueños los regalan sin motivo a almas sin corazón. Todo te puede fallar, hasta tus propias piernas. "Nunca pierdas la sonrisa", fácil decirlo: cuatro palabras, 22 letras, adverbio+verbo+artículo determinante definido+sustantivo. ¿Quién se inventó tal paranoia? A lo mejor el que inventó las pinzas... pobrecito, se puso una en cada mejilla. Así va el mundo, señores. Verdades a medias y medias mentiras. Caos y felicidad se compaginan al mismo tiempo y llantos y risas forman una melodía que podría ser el ringtone de nuestras vidas. Contradicciones a punta pala, gritos que ni se oyen y reflexiones que ni se escriben. Quedan por leer cerca de 6.840.507.003 libros que aún no se han escrito.


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