La felicidad es la ausencia del miedo.

Siempre luchamos por lo que queremos. Siempre lo damos todo hasta al final, sabemos que haríamos y dejaríamos lo que fuese, por sentir a esa persona más cerca de nosotros. Como siempre soñaste. Como siempre quisiste que sucediera. Al principio todo es perfecto, cada vez que ves que el puede llegar a estar a tu lado. Que no es imposible que es posible, que es improbable. Pero que por una razón, la mínima que sea que exista. Vale la pena intentarlo.
Una ilusión. Pero siempre después de las grandes ilusiones,vienen las grandes desilusiones. Hay es cuando te preguntas el por qué. Porque siempre te dices que si no lo intentas no podrás soportar el no haberlo intentado, que quién no arriesga no gana. Pero quién arriesga, se expone a perder. A que le duela, a sufrir por darse cuenta que todo lo que hizo no valió de nada. Y que si en su momento hubo algún motivo ya no lo recuerdas. A no parar de pensar y de darle vueltas millones de veces, y que no valga de nada pensar porque no tiene respuesta.
Y luego cuando decides pasar página y lo consigues. Te da miedo decir te quiero, te cuesta. Tienes unas tremendas ganas de decírselo. Porque lo sientes. Pero es como si algo no te dejará hablar. Tienes miedo a querer tanto. Tienes miedo a tener que pasar página otra vez y despedirte de nuevo.