lunes, 31 de diciembre de 2012

Tenemos dos clases de amigos, unos son los que parecen estar siempre, te prometen que siempre estarán cuando tu caigas, te prometen el cielo casi con los ojos cerrados, te prometen que vas a vivir en una felicidad plena, y eso es FALSO. Esa clase de amistad es temporal, no es estable hay más broncas que alegrías. Esos amigos que te prometen todo y que te aguantan solo una rayada, a la segunda salen por patas porque no le interesas como estás solamente se preocupan en saber más cosas para meterme más mierda, en saber más cosas para conocerte mejor, conocer tus puntos débiles y clavarte una espada por detrás. De esos tenemos un montón y por lo que veo mucha gente no se da cuenta, esos amigos se cantean mucho, casi se huele que te van hacer daño. El interés en una amistad no funciona. La arruina. Cuando un amigo te defrauda de verdad, te humilla, te hace sentir mal, te utiliza para no estar solo, para cosas que le interesa a él, para que le ayudes...eso no es un amigo. Eso es un conocido con el que pasar unos ratos de risa, pero nada más.
Y luego están los amigos que crees que no hacen nada, que no te ayudan, pero a la hora de la verdad son los únicos que están y a los que menos les das las "gracias", o con los que menos te hablas, pero siempre hay alguno que aunque haya estado sin hablar contigo meses, estará ahí. Y esos son los buenos amigos, los que dan todo lo posible para que seas feliz sin pedir nada a cambio. Esos amigos no tienen precio. Solamente con abrirle chat, por todo los medios harán que estés bien, mientras otros solamente están deseando que le digas "gracias tio, eres la hostia, el mejor" para así que su ego crezca, los otros solamente desean que sonrías aunque no les de las gracias. 
Por suerte yo tengo los amigos que valen la pena, que no me defraudan, que aguantan cada putada que me hacen, cada rayada, cada sonrisa, cada día. 

Con ellos ya soy feliz. Gracias, de corazón. 

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